Compilado por ARCA (Amabeli Raquel Cadena Ayarzagoitia)
Ningún país es inmune a la corrupción,
y muchos son especialmente vulnerables
por sus leyes e instituciones débiles.
La corrupción también tiene alcance
internacional. Las mismas fronteras abiertas,
los avances tecnológicos, las comunicaciones
transnacionales y las transacciones comerciales,
que son la característica de la sociedad mundial
de hoy, pueden también permitir que la
corrupción eche raíz y florezca. Por lo tanto,
la cooperación internacional –entre gobiernos,
el sector privado y la sociedad civil– es
esencial si queremos vencer a esta amenaza.


Kofi Annan