En cierta ocasión, hubo que escoger
rey entre los árboles.
El olivo no quiso abandonar el cuidado
de su aceite, ni la higuera el de sus higos,
ni la viña el de su vino, ni los otros
árboles el de sus respectivos frutos.
El cardo, que no servía para nada,
se convirtió en rey, porque tenía espinas
y podía hacer daño.
Voltaire